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Entrevista a María Méndez Escandón: “El dinero no es infinito”

Cada país o cada grupo de países que comparten una misma moneda tienen un banco central que es el único autorizado para emitir dinero. En el caso de España, es el Banco Central Europeo, que emite euros para todos los estados del viejo continente que comparten la moneda común, por ejemplo, Francia o Alemania. 

 

El dinero existe de muchas maneras: en forma de billetes, de monedas, como tarjeta de crédito, como una cuenta en un banco o como dinero virtual como la bitcoin, que está tan presente en la web. 

 

De dinero en todas sus formas sabe mucho María Méndez Escandón, economista del Banco de España especializada en asuntos europeos que en la actualidad trabaja en la Comisión Europea, en Bruselas.

 

Con ella hemos hablado en el capítulo 3 de “Cometa Colin”.

La economista María Méndez Escandón

El Banco Central Europeo (BCE) es el organismo encargado de emitir dinero en los países que comparten el euro como moneda común. ¿Puede el BCE emitir todo el dinero que quiere?

 

Pues no puede emitir todo el dinero que quiere. Si emitiese todo el dinero que quisiese, al final llegaríamos a un fenómeno que se conoce como inflación. El precio de las cosas cada vez es más alto. Imaginemos una barra de pan: un día vale cincuenta céntimos, al día siguiente vale un euro, al siguiente vale 3 euros y al siguiente 50 euros. ¿Qué sucedería? Que el dinero no nos serviría, el dinero no serviría para comprar bienes y tampoco para acumular nuestra riqueza y poder comprar un coche o una casa, no sería un depósito de valor.

 

¿Cómo se fabrica el dinero?

 

El dinero, por una parte, tenemos las monedas y los billetes. Los billetes se producen en once fábricas que están distribuidas a lo largo de todos los países del euro. Y luego tenemos las monedas, que las sigue produciendo cada país. En el caso de España, se fabrican en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, en Madrid. Pero aparte de ese dinero, está el dinero que nosotros depositamos en los bancos. Por ejemplo, cuando tú vas al banco y le das tu dinero al banco, el banco con ese euro que tú le depositas, se queda con una parte y la otra parte se la presta a otra persona. Esa otra persona, con ese dinero, va a comprarse un coche y la persona que le está vendiendo el coche recibe ese euro, vuelve al banco y se lo deposita. Así se produce un fenómeno de creación de dinero que se va, cada vez, expandiendo más. Entonces, el dinero lo crean tanto los bancos centrales como los bancos comerciales, bancos como el Santander o el BBVA.

 

¿Es el dinero infinito?

 

Pues no, por supuesto que no. Si el dinero fuese infinito, nadie pasaría hambre y todo el mundo se podría comprar lo que quisiese. Hay tres funciones del dinero que tenemos que tener claras: la primera es que es una unidad de cuenta, es decir, nos permite fijar lo que vale cada bien o cada servicio. Entonces, si fuese infinito, ya no sabríamos lo que nos cuesta un chicle o lo que nos cuesta una televisión. Pero además, tiene que ser un medio de pago, es decir, yo se lo tengo que dar a alguien y esa persona lo tiene que aceptar. Si es infinito, yo me voy a comprar una bicicleta, nadie iba a aceptar ese dinero a cambio de la bicicleta si es infinito y puede coger el dinero en otro lado. Y por último, tiene que ser un depósito de valor, es decir, a lo largo del tiempo tiene que conservar su valor. Y en el caso de que algo es infinito, no tiene ningún valor, todo el mundo lo tiene.

 

¿Qué pasaría si todos los clientes de un banco acudiesen el mismo día a retirar su dinero?

 

Pues pasaría lo que pasó en la película de Mary Poppins cuando todos los londinenses van corriendo a sacar el dinero al banco donde trabajaba el padre de los niños. Lo que ocurriría es que el banco cierra. Los bancos tendrían que cerrar porque, como dije antes, no disponen de todo el dinero que nosotros les vamos depositando. Porque, por cada euro que nosotros les depositamos, ellos tan solo se quedan con una parte. ¿Qué sucede? Que normalmente no todos vamos a sacar dinero a la vez. Yo voy un día, otro va otro. Pero a la vez que yo saco dinero, otro lo va metiendo. Así no se produce el pánico bancario, que sería lo que sucedería si todos sacamos el dinero a la vez.

 

El BCE presta dinero a los bancos. Los bancos, a su vez, le prestan dinero a los Estados, por ejemplo, a España para poder construir colegios. Pero, ¿por qué el BCE no le presta directamente el dinero a los países, así todos nos ahorraríamos pagar intereses a los bancos?

 

Para responder a esto necesitamos hacer un poquito de repaso de historia. En el pasado, los gobiernos sí que recurrían a sus bancos centrales para financiar sus gastos. En época de guerras, como había un gasto militar muy alto y los gobiernos no disponían de ese dinero, iban a su banco central y le pedían dinero. ¿Qué sucedía? Pues que ese dinero nunca se devolvía y lo que se producía es el fenómeno que os dije antes de inflación y, sobre todo, hiperinflación. Una cosa que valía un euro, bueno en aquella época no había euros, eran pesetas o marcos alemanes. Una cosa costaba un marco, al día siguiente 50 marcos, al día siguiente 100 marcos y al final el dinero no sirve, no cumple sus tres funciones: medio de cambio, depósito de valor y unidad de cuenta. Por eso, lo que se decidió fue que los bancos centrales fueran independientes y que no le puedan prestar dinero a sus gobiernos, para que el dinero siga siendo útil para todos.



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