El pensamiento mágico y la fascinación por la brujería es algo que siempre ha estado muy presente en las diferentes culturas del mundo. Sin embargo, hubo una época especialmente oscura. Entre los siglos XV y XVIII tuvo lugar en Europa la tristemente conocida caza de brujas en la que unas 100.000 personas fueron procesadas y más de 50.000 ejecutadas por brujería, la mayoría mujeres. Una sinrazón que, tres siglos después, se ha desplzadado a países de África, Latinoamérica o el Sudeste asiático.

Para saber más sobre las brujas hablamos con Adela Muñoz Páez, Catedrática de Química Inorgánica en la Universidad de Sevilla, en el sur de España, y autora, entre otros libros, del ensayo “Brujas”, donde retrata la locura cometida en Europa en la Edad Moderna y analiza las razones que provocaron esa persecución atroz.

Adela Muñoz Páez, Catedrática de Química Inorgánica y autora del ensayo “Brujas”.

Los niños que nos escuchan seguro que lo primero que quieren saber es si existieron las brujas y cómo eran. ¿Se parecían a las de los libros y películas?

No, no existieron brujas como las de los cuentos, que eran viejas, feas y malas y perseguían a los niños para comérselos. Siempre ha habido personas buenas y malas, tanto entre las mujeres y hombres, pero las buenas han sido siempre mayoría.

Lo que desde luego no existió fueron personas que hacían pactos con el diablo y obtenían poder de él a cambio de hacer el mal por la sencilla razón de que no existe el diablo. El diablo, como los cuentos de brujas o los de miedo, es fruto de la imaginación.

Las mujeres con sombreros negros puntiagudos, que en los cuentos se dice que eran brujas, eran en realidad las cerveceras que se vestían así en los mercados para que las encontraran los clientes más fácilmente. Es algo así como los chicos y chicas del Macdonald, que llevan unos gorritos especiales.

¿Cómo fue la caza de brujas y por qué se persiguió principalmente a las mujeres y no a los hombres?

Algunos hombres malos y otros hombres y mujeres que no eran especialmente malos, pero creían todo lo que les contaban, acusaron a las mujeres de las desgracias que les ocurrían, como que se les muriera un hijo. Entonces no se sabía que había bacterias y virus que causaban muchas enfermedades, ni tenían antibióticos ni vacunas, por lo que morían muchos niños pequeños pero nadie conocía el motivo. Es entonces cuando decidían acusar a una vecina que supuestamente les había echado mal de ojo.

Esas mujeres acusadas de ser brujas fueron juzgadas, condenadas y ejecutadas, muchas veces en la hoguera, para purificarlas del diablo.

Se persiguió sobre todo a las mujeres, porque muchos curas decían que ellas el que hacían los pactos con el demonio porque todas las mujeres eran muy malas. Aquí, en España apenas hubo ejecuciones por ese motivo. En países como Alemania, Francia o Suiza se mató a miles de personas.

¿Qué métodos se usaban para saber si una mujer era bruja o no?

Les buscaban la marca del diablo, que era una zona de su cuerpo en la que eran insensibles. Para encontrarles esas marcas les pinchaban por todo el cuerpo y si tenían una verruguita en la que no sentían dolor al ser pinchadas decían que eran brujas.

Pero otras veces las acusaban sin necesidad de encontrarle esa marca, solo porque las había denunciado otra persona que a menudo había sido torturada para delatar a sus cómplices.

¿Se sigue persiguiendo hoy en día a mujeres acusadas de brujería?

Sí, hoy se acusa y se ejecuta a personas acusadas de ser brujas, pero no en Europa, sino en países del África negra, Centroamérica o Asia, porque allí mucha gente sigue creyendo que si les muere un hijo o una vaca, es culpa de una bruja que ha hecho un pacto con el demonio.