Con la llegada de la televisión hubo muchos magos que sorprendieron al mundo haciendo trucos en directo. En España, Juan Tamariz hizo soñar a pequeños y mayores en la década de los 80 con su gran sentido del humor, su imaginación y unas cartas. En el panorama internacional destacaron también David Copperfield y David Blaine.

Copperfield llegó a hacer desaparecer la estatua de la libertad de Nueva York y consiguió volar en un escenario.  Blaine permaneció una semana debajo del agua, dentro de una caja de cristal, sin ningún tipo de alimentos sólidos y sin dormir.

Para saber más sobre magia, hablamos con Ana Tamariz, hija del famoso mago Juan Tamariz y directora de La gran escuela de Magia “Ana Tamariz”.

¿Cómo es una escuela de magia? ¿Nos la podrías describir?

Nuestra escuela de magia es un lugar cálido y agradable, como una casa, donde lo importante no son los muebles o la decoración, sino las personas que viven y que vienen, que son los maravillosos profesores de ilusionismo que tenemos y los alumnos que vienen cada día con su carita de ilusión para aprender y para pasarlo muy bien.

Ana Tamariz junto a su padre, el mago Juan Tamariz.

¿Qué se enseña en una escuela de magia?

En la escuela de magia no solamente enseñamos el truco, el secreto del juego de magia, sino que enseñamos la puesta en escena, donde nos fabricamos la ropa que nos vamos a poner, ya sea un sombrero de copa o una capa. También enseñamos un poquito de psicología o historia de la magia a través de cuentos y anécdotas de la historia del ilusionismo. Y, sobre todo, ensayamos mucho para después ponerlo en práctica en actuaciones a las que vienen los familiares de los alumnos para disfrutar de la magia que han aprendido.

¿Con qué trucos se debería iniciar una persona que quiera aprender magia?

Cualquier juego y cualquier material son buenos para iniciarse en la magia. Nosotros lo que hacemos en la escuela de magia es enseñar magia con cartas, sobre todo porque es la especialidad que tiene España, la especialidad que tiene mi padre Juan Tamariz, y lógicamente la de nuestra escuela. Enseñamos, sobre todo, cartomagia, pero también enseñamos magia con objetos cotidianos que tengamos todos por casa, como un vaso, un salero, fruta o el cordón de un zapato. Cualquier objeto es bueno para empezar, para aprender y para divertir a nuestros espectadores y… ¡asombrarlos!.

¿Las escuelas de magia están pensadas también para adultos o solo para niños?

A nuestra escuela de magia pueden venir niños y niñas y también los adultos. Tenemos cursos, por ejemplo, los fines de semana, cursos online para que puedan aprender todos. Y también tenemos unos cursos donde pueden venir juntos los adultos y los niños, por ejemplo, los niños con sus abuelos, con sus tíos o con sus padres. Hemos hecho unos cursos que son de magia y cocina, donde aprenden recetas de cocina con una gran chef y juegos de magia con un gran profesor mago. Hacen, por ejemplo, la receta de un batido. Les enseñamos a hacer un batido de plátano y de frutas y con la pajita del batido hacemos un juego de magia. Se rompe y se recompone mágicamente y después de varios efectos y varias recetas, cuando estos niños y estos adultos llegan a sus casas, pueden hacer una sesión de magia y una comida extraordinaria a los demás familiares.

Tú eres maga, ¿hay algún truco que se te resista?

Pues hay un juego de magia muy bonito que nos encanta realizar a mi marido, el gran mago Manu Vera, un gran mago también, y a mí que se llama el juego de la cabeza misteriosa. Es verdad que este juego al principio se nos resistía un poquito y teníamos que ensayar y ensayar mucho más de lo normal, pero paso a paso y poco a poco lo conseguimos. Yo creo que no hay un juego que se resista si vas bien guiado y bien asesorado y vas paso a paso. Si lo quieres de verdad y vas bien acompañado, creo que se consiguen realizar todos los juegos de magia que imagines.